PAISAJES MÍNIMOS exposición virtual de Damián Flores 2020
Paisajes mínimos , aceite y pigmento sobre maderas de roble y haya.
Maderas gruesas no más grandes que la palma de mi mano.
Pinto sin caballete, la paleta encima de la mesa, con ligeros balanceos el pincel va haciendo su trabajo, amarillos pajizos en el rastrojo contrastan con los verduscos de la arboleda.
Con los paisajes alivio el cansancio del mirar, exigente y cerebral que pide la arquitectura. En un verano extraño, sigo atraído por los campos de Belalcázar, con una necesidad que mana y no cansa. Brota de las horas ardientes vividas en largos veranos.Desde unos años descubro un nuevo paisaje, Campezo, en el frescor del norte, de verdes intensos entre bosques y huertas. Uno sale a la naturaleza, reconoce los campos y contempla. Ninguno miramos igual, yo busco incansable la vista certera para llevarla al lienzo , a la madera , en este caso. Miro las cañadas y sementeras, los montes y huertas , solo veo cientos de matices que deben ordenarse en la paleta, tras un dibujo preciso. ¿Debería saber que ese ajedrezado verde es un olivar? ¿O que el manto verdusco que envuelve el monte Hornillos son encinares? No es necesario , pero ayuda. Observo la silueta añil de la sierra de Cabeza del Buey, y busco el azul justo, conciso, que encaje como un puzzle en la geografía cercana. Todo debe fluir para emocionar, es lo difícil y a veces inalcanzable. ¿Por qué nos emociona un paisaje? Una amiga me dijo, “tus paisajes de Belalcázar trasmiten el calor del verano”. Vuelvo al placer de recorrer los caminos,.El de Carboneras, el de la Mata o el monte Malagón, observo los campos que rodean mi pueblo, con una doble mirada, una ya conocida en la memoria y otra nueva , entusiasta, que por el embrujo de la luz , te obliga una y otra vez a pintarlos. Hago kilómetros y cambio los ocres cenicientos de las cañadas por los verdes sombríos de hayedos y robledales de Campezo. En mi paisaje, la montaña es sierra y siempre está a lo lejos, se la mira desde el valle, desde los olivos y trigales. En Campezo el bosque está a su espalda, el pueblo esta acunado entre Costaleda , el Ioar y las huertas. A lo lejos, dos picos que atraen como imanes a mis maderas mínimas , la Muela y el Soila me miran ceremoniosos desde su distancia altiva Damián Flores Llanos Septiembre de 2020
Información sobre los cuadros de PAISAJES MÍNIMOS
Todos han sido hechos con Óleo sobre madera.
Las dimensiones de los mismos son:
- La Muela 8x9x2,5 Cm
- Alborá 9x10x3,5 Cm
- Antoñama desde el Roturo de Abajo 7,5x11x2’5 Cm
- La Dehesa 10x14x2,5 Cm
- Malagón 8×14’5×2,5 Cm
- Orbiso 8x15x3 Cm
- El Monte Hornillos 15’5x6x3 Cm
- Camino Carboneras 14×7’5×2 Cm
- La chopera 10×9’5×3 Cm
- Alameda 15x10x2 Cm
- Mesones 10×18’5×2 Cm
- Rebasco 12x14x3 Cm
- Desde San Antón 14×14’5×3 Cm
- Las huertas 14x11x3 Cm
- Cañá del Cambrón 17x8x3 Cm
- Ioar desde el camino del Piado 11’5x15x3 Cm
- Sierra de Cabeza del Buey 14x14x2,5 Cm
- Arroyo Malagón 17x10x2,5 Cm
- Campos de Belalcazar 19x10x2 Cm
- La Muela y el Soila 8x22x2,5 Cm
- Bajando el “Portachuelo” 15×15 Cm
- Casa tomada 15×15 Cm
- Rastrojos 15×15 Cm
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